Guachimontones
Guachimontones (o Huachimontones) es el nombre de un centro ceremonial y antiguo asentamiento prehispánico ubicado en la ciudad y municipio de Teuchitlán, aproximadamente a una hora al oeste de la ciudad de Guadalajara en el estado de Jalisco. Este asentamiento fue bautizado así por el nombre del lugar donde se descubrió este primer sitio arqueológico, posteriormente se han descubierto otros asentamientos de la misma Tradición Teuchitlán, una compleja sociedad que probablemente existió desde 300 a.C. hasta 900 d.C.
Este centro ceremonial incluye varias construcciones con un estilo arquitectónico peculiar, entre ellas varios túmulos cónicos escalonados o pirámides rodeadas de patios circulares, dos juegos de pelota, un anfiteatro y algunas terrazas y edificios.
La palabra Teuchitlán se deriva de la voz Teotzitlán o Teutzitlán que se interpreta como “lugar dedicado a la divinidad”, “lugar del dios Tenoch” o “lugar dedicado al dios reverenciado”.
Posiblemente la fundación del poblado se remonta a los aztecas que lo erigieron en un cerro denominado Huachimontón, al norte de su actual asiento. Fue fundado por integrantes de las tribus Nahuatlacas que colonizaron el centro de México en el periodo postclásico, sin embargo se sabe que las construcciones vecinas a Teuchitlán son anteriores a tal colonización. La cultura creadora de las construcciones en Guachimontones recibe el nombre de Tradición Teuchitlán, y tuvo su período de apogeo entre los años 200 y 400 d. C, desapareciendo hacia el año 900 d. C., posiblemente antes del arribo de los colonizadores náhuatl.
Antecedentes
Teuchitlán fue un cacicazgo dependiente del señorío de Etzatlán y lo habitaban las tribus de los tecos.El estilo arquitectónico particular de este asentamiento recibe el nombre de Guachimontón, y se asigna a los túmulos y estructuras hechos de niveles circulares escalonados. Se cree que tales estructuras, en el caso particular del asentamiento en Teuchitlán, eran utilizadas para ceremonias en honor al dios del viento Ehécatl, y que incluían un análogo del juego del volador, donde un sacerdote subía a un poste elevado para rendir honores a la divinidad. Poste que se colocaba en la cima de los túmulos.
Descubrimiento
El sitio actual abarca 19 hectáreas, aunque se estima que durante su apogeo tenía 24 mil, y que fue habitado por alrededor de 40 mil personas.
Como en muchos otros sitios del continente, es un común denominador, por ejemplo en Calixtlahuaca y en Tiahuanaco, Bolivia. las construcciones de Guachimontones han tenido maltratos a lo largo de los años, piedras de las ruinas se han usado para empedrar calles y levantar casas en el pueblo.
El Sitio
Esta región consiste en estructuras en forma de círculos concéntricos, utilizados para adorar a sus dioses, principalmente a Ehécatl (Dios del Viento). En una vista aérea, se puede apreciar la forma de círculo perfecto de su edificio ceremonial y de sus asentamientos rodeados, en donde se piensa que la comunidad se sentaba para ver, y a bailar, para sus dioses elementales (viento, agua, fuego, tierra).
En el centro de la estructura circular principal (sus pisos son un calendario exacto de 52 años) existe un largo orificio; posiblemente allí se ponía un poste, del cual los sacerdotes se sujetaban y se mecían de un lado a otro simulando el vuelo de un ave. Tal tradición era una ofrenda al dios Ehécatl.
La Cultura Teuchitlán, como varias culturas mesoamericanas, tenían su propio juego de pelota. En este, la bola de hule no pasaba por ningún aro, sino que tenía que ser golpeada con la cadera hasta llegar al extremo contrario de la cancha; cuando la pelota quedase inmovilizada en una de las canchas, el equipo contrario recibía puntos. Lo interesante de este juego es la suma y resta de números, si un equipo quedaba con la pelota en su parte, eran puntos más para los contrarios y puntos menos para los que quedaron. Al revés de la idea general, el Juego de pelota era usado para fines políticos (división territorial, cuestiones de herencia, entre otros) o religiosos, donde el vencedor ganaba la "inmortalidad de los dioses" en el Cielo, siendo decapitado en el área de juego.
Teuchitlán (significa "lugar dedicado a la divinidad") era dedicado a la alabanza de los dioses. Los de Cultura Teuchitlán siempre hacían sacrificios y ofrendas antes de levantar algún edificio.
Tales ofrendas consistían en grandes fogones sobre la banqueta o maíz quemado debajo de los muros exteriores de la plataforma. Se han dado casos en los que se encontraron platos de cerámica colocados dentro o debajo de los muros.
Hoy, 1500 años después del abandono del área por sus habitantes, Guachimontones está siendo reestructurado y redescubierto. Muchas de las áreas ahora arqueológicas, se encontraban en condiciones precarias por la agricultura de los dueños de estas tierras. Hoy, es patrimonio de la humanidad, lo cual no indica que está terminado el trabajo, sino que simplemente está comenzando a renacer.